lunes, 16 de octubre de 2017

En la cuerda floja

Tensó la cuerda floja
y con ella se ahorcó.
Hablo del Judas
no Honorable Puigdemont.

Bailó en la cuerda floja
y se precipitó
al vacío más negro
el cataluñazor.

Así caen los tontos
sin remisión
creyéndose más listos
de lo que son.

Adiós independencia
(¿sísí? - ¿nono?)
Veremos lo que dicta
el Mandamás Rajoy.

Uno solo no puede
ser Moisés salvador
si la varita mágica
se rompe en dos.

Y ni la CUP ni ERC
dan abasto, señor,
para llenar las calles
de odio al español.

¡Oh fatídicas fechas fratricidas
las del 1, el 3 y el 6-O!
Vuelta al redil,
corderitos de Dios.

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