jueves, 19 de octubre de 2017

Amor áureo

Acodado en los clásicos releo
una tarde de otoño tenebrosa
sus sonetos de Amor, joya imperiosa,
que apenas con mis gafas entreveo.

Dios me lo pintan, pero soy ateo
y en los endecasílabos rimados
encuentro mis esfuerzos sosegados,
que a solo Amor adoro y en él creo.

¡Qué deleite imbricar de verso en verso
las ataduras puras de las rimas
con las que juego y con las que converso!

Digo: “cuidado, tú, que me lastimas”.
O digo: “gracias, Musas”, al reverso.
Y el soneto está hecho. ¿No lo mimas?

91 8470225

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