viernes, 21 de julio de 2017

Miguel Blesa, tarjeta y caja negra



Que Dios te perdone, Blesa,
que aquí nadie te perdona
la inconmensurable broma
con que has bajado a la huesa.

Tú mismo te indemnizaste
con la Caja que agotaste
hasta la tumba postrera
que acoge tu calavera.

Todos los que te aplaudieron
cuando repartías gracia
enseguida enmudecieron
cuando caíste en desgracia.

Así son los corruptores.
Parecen unos señores,
pero en plan de roedores
roen hasta a los mejores.

Tente tieso, no levantes
el sepulcro blanqueado,
que simplemente te han dado
lo que tú les dabas antes.

O quitabas, vete a ver.
Deberemos aprender
del mal ejemplo, delito
que en los juzgados se ha escrito.

Yo no hablo por mí mismo,
hablo por el personal,
al que trataste tan mal
que responde a tu cinismo.

Descansa en paz tú que guerra
armaste con el dinero.
Siempre es este traicionero
aunque yazca bajo tierra.

91 8470225

No hay comentarios:

Publicar un comentario