jueves, 8 de septiembre de 2016

Como la falsa moneda

La áurea moneda
de la democracia
reluce en la boca
pero ahí se estanca.

Todos a por ella,
ninguno la alcanza,
ninguno la aporta,
qué pasta más gansa.

Maldito su canto,
maldita su estampa,
maldito el Congreso
con desgracia tanta.

Van los pretendientes
de las urnas-cajas
con el ansia al cuello
a ver si es que ganan.

Pero ni por esas
dan un palo al agua,
que al pueblo… votar
ya no le dan ganas,

porque le distraen
el voto a sus anchas,
porque se le usa,
porque se le engaña.

La áurea moneda
de la democracia
está por debajo
de una mula falsa.

Todo son promesas,
palabras, palabras,
y luego la cuenta
no sale, pues falla.

A las elecciones
terceras le llaman
¿por qué?, ¿para qué?
Amos anda, anda.

Ya tienen bastantes
montones de alfalfa
los representantes
de esta timocracia.

a.sotopa@hotmail.com
918470225

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