miércoles, 13 de enero de 2016

Entre el verso y la prosa, la vida es otra cosa

Llamándome Maestro,
me advierte Elrichard
que os escriba más prosa
que poesía.
Voy a intentarlo,
por vida mía,
pues perder un lector
ya es demasía
en los tiempos que corren
a la deriva
plagados de faltas
de cortesía.
(Lo intenté, pero veis
que no encuentro salida)
Los míos son versos
de corta metría,
con un cierto humor
y una incierta crítica
a la sociedad
super pervertida.
Nada más, cofrades.
Nada menos, Richard.
Pues siempre, a mi contra,
se impone la herida
que produce el verso
al alma cautiva.
Ahora espero que exploten
sus cargas líricas
y corrijan el rumbo
de la anarquía
en que estamos sumidos
tan a la vista.
¡Ah la diosa madre
de la Poesía,
si a mí se entregara,
si a mí se daría!
Pero soy un torpe
constructor de rimas
sin otra potencia
que la del Cronista:
contar lo que pasa
y no pasaría
si hiciéramos caso
a la Historia ida.
¿Mi único objetivo?
Disfrutar la vida
y reirme de ella
cual de amada altiva.
O ver mi país
en primera línea
con pactos de todos 
sin rencillas.
O ver crecer más puntos
a la economía,
y así poco a poco,
y así hila que hila
con la tradición
de las retahílas.
¿Me paso a la prosa?
Bueno, ya… otro día.
 

a.sotopa@hotmail.com
918470225

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