Que le den calabazas a Halloween,
que le den un osario de muertos,
que le den desdentadas cabezas
sin pelo ni cerebro
y que no nos enseñen
lo que ver no queremos.
Aquí y a la española
manera, el cementerio
es cosa muy sagrada
que merece un respeto
y rezamos a gusto
por los que se nos fueron
pues hasta hoy, que sepamos, no han vuelto.
¿Calaveras? No más.
Seamos serios,
como los que descansan
a campo abierto.
(Ni de Cervantes
deseamos ver los huesos)
¿Entendido, señores?
Punto final. Y al cielo.
a.sotopa@hotmail.com
918470225
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