viernes, 24 de julio de 2015

Nuevo Lenguaje

Me he quedado perdido en el jardín de la infancia, y en el laberinto de la eterna juventud, -¡ay, complicadísima adolescencia, Darío de oro!- y en el limbo ensimismado de la ensoñación…y apenas si entiendo el lenguaje actual, que parece que no es el mío, clásico y antiguo, aunque creo que viviente aún. (Para mí y para los restos ¿O quise escribir “rectos”? Lo dejo a su interpretación. Siempre el lector amplía al autor) Gracias.

Oigo (y leo) siglas y palabras novísimas, extranjerismos globales, y no doy pie con bola. Me suenan, sí, pero no logro desentrañarlos. ¿Seré un extraterrestre o lo serán los que a menudo los emplean en la conversación y en la escritura habituales? Deténgase mi duda ahí.

Por cierto, mientras estas sugerencias se ensanchan, los signos ortográficos se apocopan y disminuyen: Xque, K, etc… se quedan en un klenex, que ni limpia, ni fija, ni da esplendor, sino todo lo contrario. A mi simplón parecer, que conste.

Y la RAE, aunque algunos de estos vocablos, expresiones, sintagmas, o la leche en bote tetrabrik que sean, los recoge en el Diccionario último, otros los deja al albur de la interpretación particular, o sea, subjetiva, no universal. ¡Cuánto tiemblo al usarlos e intentar comprenderlos! Pero no os preocupéis por mí sino por vosotros. El tiempo todo lo aclarará o anonadará.

Estoy fuera de cacho, lo siento. Tampoco entiendo algunas nominaciones antiguas del Quijote, mirad por dónde. Así que estoy encastillado en la ignorancia, cuando montones de listos las usan, siembran, distribuyen… (las nuevas palabras digo) en las ondas digitales y en el blanco o amarillo papel periodístico, celulósico, que va de capa caída vertical y horizontal, planchado en las rotativas. El mundo rueda. No pasará nada peor; nada se destruye, todo renace. Revive  el Ave Fénix de los ingenios. Convivirán el libro y el plasma, como la televisión y la radio, el cine y la fotografía, el teatro y los monólogos, el avión y el AVE, la bici, la moto y el automóvil…Homo fáber.

Tomad nota de lo más “moderno” que yoigo y leo, colegas: Instagram, móvil, skyline, look, shock, marketing, internet, chip, tuit, mail, Facebook, booktuber, youtuber, infinity pool, smartphone, trolley, transfer, dron/drones, hipster… Todos esos vocablos o palabros los encuentro diseminados  como hormigas ejecutivas en los post, en los chats, en los containers…, y los subo a mi web casi a ciegas, perdido en el maremagnum –Mare Nostrum- o Torre de Babel confusa y confusora, que nos inundan, levantan o abaten en la comunicación actual. Hay para todos los gustos y ocasiones. La mayoría, mortales de necesidad. Averígüelo Vargas.


Voy a espabilarme un poco para aprenderme estos rápidos idiomas o idiotismos diseminados por el mundo mundial. Es que, si no, me convierto en un payaso llorador, y no intento acogerme en la melancolía.

Pero también es que entre tanto invento de corta y pega…, los signos ortográficos brillan por su ausencia o su mala colocación. ¿Hay alguien que sepa bien ubicar las interrogaciones, la admiraciones, los puntos y seguido, los puntos suspensivos, el punto final, las comas, el punto y coma, los paréntesis, los guiones…? ¡Menuda ensalada o coktail, que mezcla  dulces con agrios, frutas con carnes, pescados y verduras! (Lo suscrito no es más que un aperitivo lingual o laringítico. Perdonadme.)El medio es el mensaje. ¿Pero el mensaje trasmitido es el fin? Dilema, pamema, teorema,  estratagema…¡Oh, Atenas, qué rimado poema! Releer a Mcluhan, Saussure y toda la gramática generativa arbórea. Y la nouvelle vague. Yo y ustedes vosotros. Volveremos a aprender.

¡Vuelve de la sepultura, añorado Fernando Lázaro Carreter, y devuélvenos el sentido común de cada palabra puesta en su sitio! El verbo no se ha hecho carne sino impura mezcolanza llamada hamburguesa encristalada y encelofanada, tómate esa…con tomate, y te pondrás colorado.

Ya no quiero ser más tonto inútil infantil; necesito integrarme en otros jardines laberínticos, más extensivos que los de Creta. (¿Viene de ahí cretáceo? Creo que no. Fue anterior. Pero sigue y nos persigue, a pesar de todos los movimientos instantáneos…, vivimos inmersos en la antigüedad.) No tengo más remedio que internarme en ellos, en esos parques de florituras, y a ver qué continúa pasando, y a ver si salgo de esta confusión mental, con fortuna, ahora que los toros (o minotauros) cornean por casi todas las plazas de España. Hasta que Podemos, si puede, las derribe, que para esas y otras viejas cosas intenta ascender al cielo del gobierno. ¿Por qué, por qué, por qué? Vete tú a ver y saber. Iglesias, el niño bonito, ya le ha descerrajado el candado a la Transición. O sea: Campo abierto a la demagogia, también creación griega, vaya por Dios, o por sus dioses multiformes y multiparlantes. ¡Oh, mitología! La que nos espera…aún no está escrita. Por eso ya me callo. Amén. Vale. Salutem plúriman, lecto-escritores…Y a esperar la próxima filípica apuleyana. De nada.


a.sotopa@hotmail.com
918470225

No hay comentarios:

Publicar un comentario