viernes, 26 de septiembre de 2014

Los cronistas velan por la rectitud en progreso de los pueblos

Me voy el fin de semana, de jueves a domingo ( pues cada día se alarga más la vacación por la falta de trabajo), me voy, digo, a conferenciar en el Congreso de Cronistas de España que se celebra en Oviedo, Asturias, allá donde se inició la reconquista íntegra de la nación española, ahora puesta en entredicho y discusión por los independentistas catalanes.


Los Cronistas Oficiales son los fiduciarios, fideiusuarios, fedatarios y testaferros de la historia (y la geografía) nacionales, a los que hay que hay que mimar y tener muy en cuenta para no romper la unión de la identidad común con cuentos, fábulas y leyendas que propalan los políticos travestidos por diadas y esteladas falsas.



Los pueblos y ciudades y regiones que olvidan o tergiversan su historia están condenados a vivir en la indefensión del aislamiento y en las “taifas” fratricidas. Mañana surgirá otro pequeño rey o pequeño presidente de un Patones ríspido y rocoso en su propio seno. A la historia me remito, como maestra de la vida.



Por esa razón y otras razones más que me callo, aliento a los ayuntamientos sensatos a que nombren Cronistas honorarios entre los vecinos de probada honestidad y probados conocimientos locales. Para evitar el localismo ensimismado, precisamente.




Si no fuera por sus Cronistas, desconoceríamos los hechos memorables del descubrimiento de América, la vuelta por mar a África, la vuelta al mundo por Juan Sebastián Elcano, etc, etc. El universo entero cabe en una Crónica, Crónica que a partir del siglo XVIII redactaron día a día los periodistas, cronistas del hoy vivido para el mañana incierto. El presente y el pasado no se sustentan sino en su pluma o pantalla, antes de ave y tinta la primera, ahora en ondas digitales la segunda.




Más que adónde vamos, ahora que los conocimientos vuelan, nos interesa saber de dónde venimos para acertar en el caminar continuo. Por eso me duele tanto que desconozcamos nuestra propia evolución y desarrollo y que mucha gente ignara no sepa situarse en las coordenadas de la tradición.



91 847 02 25
a.sotopa@hotmail.com

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