La revolución de septiembre

La que te espera, septiembre.
Todo el ardor multimembre
de los pequeños partidos,
increíblemente unidos
frente al estado bimembre.
Con esos mimbres no se hace
sino que al fin se deshace
la España bordada en oro
que, para mayor desdoro,
asiste muda al desguace.
La que te espera, Rajoy.
Ajusta las tuercas hoy
ante la insurgencia urbana
o te aplastará mañana
un cacao molokoy.
Podemos, la Izquierda falsa,
dejará de ser la balsa
de los pobres sufridores
y se enfrentará a mayores
consecuencias en su salsa.
La que te espera, oh Congreso
otoñal en este exceso
de decisiones vitales.
O dictas leyes puntuales
o te meriendan el queso.
La historia ya nos dio ejemplo.
No hay que destruir el templo
de la democracia en ciernes
que aún tiene músculos ternes
que con asombro contemplo.
La que te espera, Nación
plural, noble e indivisa
de corazón y razón.
Date prisa, prisa, prisa
o te dan un revolcón.
La que te espera, paisano.
Tú piensas que esto va en vano
y que no sucederá.
Estoy contigo. ¡Ojalá
que se asiente el pueblo llano!
Pero ya tiene narices
que unos torpes aprendices
se empinen de más a más
y por las cuentas de Mas
se coman nuestras perdices.



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