lunes, 2 de junio de 2014

Mi loro repite las verdades del barquero



I

Mi loro es repetitivo,

pero aún así yo le adoro

porque es mi loro.

Mi loro canta cautivo

la canción del prisionero

a su captor primero.

Mi loro es que es adictivo

a dejarse cautivar

y luego hablar.

Mi loro no es prohibitivo

de nada. ¿Por qué seré

yo igual a él?

Mi loro se muestra altivo

en barrotes carcelarios

¡manda ovarios!

Mi loro, por el que vivo,

me mantiene siempre al loro

listo y canoro.

Y tanto es lo que recibo

de su insistente parlar,

que me tengo que callar.

II

En este mundo impostor

nada es verdad ni es mentira,

todo es según el color

con que a Europa se la mira.

En esta España revuelta

todo puede ser posible

como que demos la vuelta

a la antes apetecible.

En cada persona suena

cada día algo distinto,

una de cal y otra de arena,

una de blanco, otra de tinto.

Pues cuña de mal asiento

lo mismo en España acuña

que se asienta en Cataluña

con displicente contento.

III

Te quise mientras te quise,

ahora no me pidas cuentas,

que las vise quien las vise,

tú ya a mí no me contentas.

Pues que me alejé de ti

¿a qué tanto suspirar

si me debes más a mí

que al amor con que te vas?

Anda y que te den aquello

que yo nunca supe darte:

cariño y dinero, cello

por el que bien amarrarte.

Acabada la pasión

no hay que pedir nada a cambio,

ya le basta al corazón

con que se encuentre un recambio.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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