lunes, 19 de mayo de 2014

Brindis por la amistad hispano-portuguesa

En esta noche de luna

llena sobre Casas Novas,

permitan que les encante

a sus corteses pessoas

rimando con gracia y son

una saudadosa trova

con sabor e cheiro a campo

que del corazón me brota.

Ana, Sole, María Eugenia

-doncellas fechas señoras-,

sabios Nistal y Rivero

y el grande señor de Moura,

ha sido un placer juntarnos

en este Hotel Rural rosa

que es timbre de Portugal

y cofre fiel de su historia.

Entre un círculo de montes

que le guardan y coronan,

habéis repasado el césped

con pies de sol y de sombra,

habéis probado sus frutas:

ciruelas, cerezas, pomas… ,

habéis relajado el cuerpo,

habéis palpado sus rocas,

vísteis al agua ir riendo

por acequias cantadoras

y bronceasteis la piel

en sus piscinas caldosas.

Ya a la tarde paseasteis

por Pena Aventura en obras,

del tiro a la tirolina,

del canyoning a la noria,

del paint ball al tramplín

y del bar a las canoas,

y ahora aquí estamos brindando

con vino branco en la copa

en una taberna típica

que da un buen gusto a la boca.

De vuelta a Madrid contad

por toda la España, toda,

la beldad de estos paisajes,

su atmósfera ruiseñora,

su cielo añil cristalino,

sus huertos y sus parroquias,

repartidos por la estampa

curvilínea de la flora

que va de Vidago a Chaves

como una mágica alfombra.

Amigos de pluma y cámara,

sombrero, cinto y redoma,

que el agua del Alto Támega

os refresque la memoria

cada vez que algún turista

os pida un viaje a la gloria.

Esta es, aquí se encuentra:

en el Hotel Rural Rosa.

¡Va por vosotros, señores!

¡Va por vosotras, señoras!

(Romance recitado a los postres de una cena típica portuguesa en la

taberna “Maria Eugénia Teixeira”, de Beca Carvalhelhos, el 15-V-2014)


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

No hay comentarios:

Publicar un comentario