viernes, 14 de febrero de 2014

Almuerzo de cronistas oficiales en el Centro Segoviano de Madrid

La Asociación de Cronistas de la Villa de Madrid, ACROMA para Esperanza tanto como para mí que en la provincia resido al rumor del Guadalix, ha tenido a bien juntarnos a la mesa, hoy y aquí, en Alburquerque, catorce, primer piso, Chamberí, (bastión castizo cual Chueca del antiguo Magerit, el que en quintillas cantó Fernández de Moratín mejor que ahora canto yo, su discípulo viril).

Sobre la mesa… ¡dos huevos!, filetes de lomo y descorchados de Valtiendas: un auténtico festín, servido por Encarnita con gracia y tacto sutil. Moza mesonera es y Dulcinea. ¿A que sí?, pues lo mismo hace una sopa que se torna en fregatriz sin quitarse los anillos ni el olor del perejil. ¡Quién tuviera su elegancia para amar, para servir, a señores tan quijotes del oficio croniquil como son vuesas mercedes, todas de gran pedigrí!

Por lo que respecta al vino, nada más voy a añadir, ya que es el normal del Centro, según manda su adalid Antonio Horcajo, presente, Presidente, sí que sí, por derecho, por locuencia y por cualidades mil.

Y después del suculento convite…, coloquio afín sobre los temas expuestos que me es grato resumir: cómo organizarnos, cómo partir desde la raíz de los hechos consumados en la historia zascandil; cómo ajustar las propuestas que den cuenta del país en relación a Castilla y en relación a Madrid y en relación a Vasconia y a la árabe psoeí -Andalucía la Bella, por favor, quise decir-, y a la maciza Galicia por dó corren Miño y Sil, y a Aragón y Cataluña y al Islario Mallorquín -donde hoy declaró la Infa(n)usta señora de Urdangarín-, y a más regiones autónomas surgidas al aliguí, como Extremadura, Murcia, el reino valencianí, Cantabria, Rioja, Asturias (prados en que fui feliz), Navarra, Melilla, Ceuta… (¡ay, que me harto de reír!)

Hay que poner punto y coma a esta división pueril entre estadillos conjuntos -flores de pitiminí-, pues no beneficia a nadie tanto mando caciquil, y ver qué le toca a uno o a otro, a mí o a ti, en Getafe, en Leganés, en Sanse y en Guadalix, en Alcorcón, en Pozuelo; en Parla -que el parlanchín exalcalde Carlos Gómez dejó, como un Hamelín encantador, sin dineros, sin donaire y sin sin sin…-; o en Chinchón, que fuera sexmo extremo segovianí cual Griñón, Cubas y Batres, Navalcarnero… y, ansí, otros tantos pueblos pobres con dos palmos de nariz.

Es el juego de la vida, es el juego del parchís, en el que solo unos pocos repartiéronse el botín.

Amigos míos, Cronistas: la historia hay que reescribir, y lo que nos pasa ahora, re-pasarlo al porvenir para que se tenga en cuenta la placenta, que es matriz.

Días nuevos nos esperan tras la crisis juancarlís.

Gracias por acompañarnos en este almuerzo gentil: Resalt, Borreguero, Cuéllar, Golderos, Jacinto Gil, Santiago Izquierdo, Ángel Calle, Paco Puch -vate aguilí-, Díaz Sanz, Luis Matamoros, Luis Prados -plaza y pensil florido del ABC hasta los años dos mil-; Landelino, Ángel del Río, Fuentenebro -el canongil de Cantalejo-, Mateos, Federico San Martín, Linage, Acedo, Aguinaga, ecétera, ecétera…Fin.

¡Va por vosotros mi copa de champán españolí! Salud, colegas, y adentro del Centro. ¡Viva Madrid!

(Declamado en el Centro Segoviano de Madrid el sábado ocho de febrero de 2014, día nevoso en el que conocí a Víctor Barrios, originario de La Matilla, y dueño del Restaurante “El Paisano” -¡oh chicharrones!-, que me obsequió con tres vinos blancos Nieva, tras comprarme y dedicarle “A lo largo del río Riaza”.)


91 847 02 25

a.sotopa@hotmail.com

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