jueves, 30 de enero de 2014

La división


De las cuatro reglas,

la de la división

es la más practicada

por el pueblo español.

Dividen los políticos

sin ton ni son,

dividen los civiles

de dos en dos,

divide el licenciado,

divide el paletón,

divide Cataluña,

divide todo dios.

Y al que no divide,

porque es comprensor,

que le den por el c.

y adiós, adiós.

La verdad democrática

reside en el montón

de los desheredados

los lunes al sol,

predican los autores

de tan torpe operación.

-¿Qué piensa usted,

si es un señor

con la ley en la mano

de la Constitución?

-Que sí, que sí.

-Que no, que no.

Ya está muy clara

la división.

-Dividirse ¿por qué,

si el resultado es el menor?

-¡Ah, oh, eh,

qué sé yo!

-Pues ese es el problema:

la abstención

de encogerse de hombros

al por mayor,

cuando hay que compartir

porque es un don,

pero no dividir;

no, no a la partición.

Con todos los respetos,

pitagórico estoy.

De esta costumbre patria

publicano soy

y la denigro

por doquiera que voy.

Entre varias regiones,

amor, amor, amor,

y en el último caso…

confederación.

Dividir, dividir…

se acabó.

Es la más negativa

deconstrucción.



a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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