Dejadme tranquilo/ en mí mismidad.
En vida de nadie/ me meto jamás.
Así dijo el hombre/ en su soledad
sin miedo, sin rabia,/ sin dar paso atrás.
Y al cabo de un tiempo/ sereno y gozoso
por prados amenos/ de césped precioso,
recibió las gracias/ del oso amoroso,
las que se le deben/ al genio. .. Yo oso
ser ese viajero/ por el mundo entero
corriendo, riendo/ siendo forastero,
con tal que me absuelvan,/ y hacer lo que quiero
fuera y sin esposas/ del pobre dinero.
Soltadme, y en paz./ Ya tengo una edad
que exige respeto,/ perdón y piedad,
y no ansío más/ que luz y verdad
en el hondo pozo/ de mi mismidad
.
91 847 02 25
No hay comentarios:
Publicar un comentario