lunes, 22 de abril de 2013

Las diversas fases de la mujer


Variable es la mujer como Fortuna,

variable con sus fases cual la luna.

Hoy se muestra frutal y dispendiosa.

Mañana no se acuerda, y a otra cosa.

Vedla en la cama o vedla al sol del día.

Nunca es después como antes parecía.

Pues si es alada como leve pluma,

se torna al pronto inextricable bruma.

Y resulta inexpugnable comprenderla,

seguirla, entretenerla y mantenerla.

Al hombre imperturbable se la juega

y al ingrato amador le ciega y niega.

Oro es que se aprecia por sus brillos,

mas temida como áspid con anillos.

Vestida es más real que desnudada.

Al pronto lo visible queda en nada.

Te dice que las joyas no las ama,

pero no puede sin ellas ser tu dama.

Se excita, se subleva, se aproxima.

Es llanura y es valle y también sima.

Te levanta a los cielos del amor

y te exprime en el más hondo dolor.

Te parece una cosa, pero es otra.

Una vez que la montas, ya no es  potra.

El fuego de una tarde de verano

torna sin más ni más en polvo vano.

Traviesa, juguetona, alambicada,

es difícil en ella hacer posada.

Aun así, acógela, recógela.

Más de lo que le das ella te da.


a.sotopa@hotmail.com
T: 91 847 02 25

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