lunes, 11 de febrero de 2013

LA VERDAD DE LOS CUENTOS

Con frecuencia se le acercan a uno los escritores noveles, deseosos de que les lea y critique sus poemas, comedias o relatos. Y yo los recibo con gusto, pero también con temor y temblor para no herir la sensibilidad con que suelen redactarlos, a pesar de que contengan algunos defectos formales. Una crítica poco comprensiva suele abatirlos y dejan la pluma en dique seco por mucho tiempo. Y yo no quiero que suceda eso, pues no soy nadie ni para descartar ni para repartir credenciales en un terreno tan resbaladizo como el de la escritura. ¡Ay, cuántos discípulos superaron con creces a sus maestros!
El último original que ha llegado a mis ojos pertenece al paisano Francisco de Frutos, y esta es mi opinión sincera:
“Me ha sorprendido gratamente tu cuento “El violinista de Paralodichandra” sobre la ceguera política, la abundancia  de la mentira y la desatención del medio ambiente. Se enraiza en la tradición de los cuentos populares y, a la vez, resulta moderno: más que moderno, actual. Realmente te mereciste,“cum laude”, el primer premio.
La narración discurre con fluidez y eficacia, salpicada de múltiples adjetivaciones que le dan un vivo colorido. Me gustaría a mí escribir como tú.
Por otra parte, es denso en pensamientos y significaciones; donde pones la pluma saltan chispas, todos los lectores pueden sentirse aludidos, no sólo los protagonistas de la acción. Tiras el dardo de la palabra con puntería ejemplar, no para herir sino para intentar curar: dolido, pero sin acritud. Y con humor. Se trata de una parábola satírica perfecta, plena de simbología.
Los retratos del Rey y los políticos están perfilados hasta el último detalle, y vibramos con la música del violinista, la candidez de los niños y la magia del sordomudo, como modelos dignos de imitación.
Quizá planteas un mundo excesivamente idílico, en contraste con la realidad borrega y amarga a la que estamos acostumbrados, pero siempre será saludable tender a la Utopía. Y tú nos animas a que volvamos a ese mágico paraíso terrenal que debió de existir alguna vez”.

1 comentario:

  1. Me emocionan sus palabras dedicadas a mi tio Francisco de Frutos, ¡¡muchas gracias!! Los que le queremos le animamos a escribir pues además del de la pluma tiene el don de la humildad. Es un placer conocerle. Un saludo. Celia de Frutos.

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