martes, 31 de diciembre de 2013

Brindis de Fin de Año

Unos deseos ahora

que el Año nuevo aparece:

que señores y señoras

reciban lo que merecen:

buen trabajo, buena vida,

buena suerte, buena casa,

mucho amor, mucha comida

y guasa, guasa.

Porque tal sea, pardiez,

levantad la copa unidos,

que así siempre mantenidos

sigamos mil y una vez.

¡Por Manuel, Manuel, Manuel…

que está al caer!

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

viernes, 27 de diciembre de 2013

Las enseñanzas de la infancia segoviana


Si mucho de la vida se halla en los libros, más todavía se deposita en la infancia, isla del tesoro de los descubrimientos. Reafirmemos que desde “los verdes años” ya anunciamos como vamos a ser y manifestarnos en la edad adulta con nuestra particular singularidad inequívoca en medio de la diversidad universal.

Lo de “los verdes años” es una expresión feliz que le gustaba repetir a Luis Vives en sus escritos dialogados sobre la educación infantil. De ahí, acaso, que sigan leyéndose por los modernos paidólogos y psicólogos. Por la impronta que marcan y por la maleabilidad que caracteriza a los niños, abiertos de par en par a todos los cambios y mutaciones de la naturaleza y de la sociedad. De pequeños se impregnan, nos impregnamos, con la lluvia de los conocimientos y las normas de la urbanidad, y ambos ramales asociados dirigen su conducta, la nuestra, de manera inmanente.

Yo me siento tan niño como hace sesenta años en un pueblito segoviano, ¡y mira que ha llovido, nevado, venteado y granizado sobre mi cuerpo serrano y mi espíritu libertario, zarandeado por unos y otros elementos y acontecimientos, a través de pueblos y ciudades en los que he residido temporalmente, desde las paradisíacas Islas Canarias a la flamenca Andalucía o la mesetaria y austera Castilla! Vivir para ver y viajar, pero siendo el mismo en cada lugar y circunstancia, porque así se me ahormó, se nos ahormó, en “los verdes años” del crecimiento sustancial. Como los árboles, que se hacen grandes a partir de lo minúsculo de una semilla.

Creo en la educación reglada ahora que políticos y sociólogos de diverso pelaje intentan distraernos del camino elegido. A cierta altura de la vida, que no nos vengan con nuevos cuentos ni cuentas. Ya los aprendimos con la experiencia de la infancia, y cuando nos vamos quedando calvos, los hechos y los dichos se nos convierten en recuerdos jugosos. Del inicial modelado y conglomerado seguimos entonces viviendo, a pesar y enfrente de los sucesivos avatares.

Allá cada uno. Yo no cambalacho mi modo de pensar y proceder por el de ninguno otro. Ni tú tampoco. Y ese es el secreto de la evolución continua sin que se note, porque crecemos desde dentro, desde la raíz que nos nutre, desde la infancia.

Bienvenida, pues, la celebración anual de un niño-dios que se hace hombre. Como a Él os quiero ver.

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martes, 24 de diciembre de 2013

Brindis de Nochebuena

Pues estamos a la mesa

como en los años de antaño,

bebamos, hijos, bebamos.

Pues nos va a llegar Manuel,

un bomboncito de miel,

bebamos por él, por él.

Pues Iria ostenta el gravamen

con la tripa atirantada,

bebamos, no pasa nada.

Pues Laura trae otro niño

o niña, que iguales son,

bebamos sin ton ni son.

Pues por mediación de Andrés,

viene lo que ha de venir,

bebamos, bebamos. Fin.



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viernes, 20 de diciembre de 2013

Aurelio Labajo se enternece en Belén


Aurelio Labajo,

plumilla a destajo,

a Belén se fue.

Quería escribir

en su sinvivir

con amor y fe.

Era Nochebuena

y la luna llena

le alumbró al correr

tras de un Niño hermoso,

divino y glorioso

que estaba al caer.

Y allí se quedó

y le contempló.

Serraba José

una cruz de cedro,

evohé requiebro

para su Bebé.

Y Santa María,

mamara quería,

mamara Yahveh.

Aurelio Labajo

solo dijo: “Majo,

mama de una vez”.

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Fátima lleva el Zoquejo a Belén


Mi dulce Fátima

se irá a Belén

la Nochebuena

que está al caer

para entregarle

al Enmanuel

el digital

de su querer.

-“Toma, Señor,

lee, léete

zoquejo.com”,

le dirá a Aquel

que todo sabe

aunque es Bebé.

Y en ese instante

de lucidez,

volarán ángeles,

mugirá el Buey

cantarán pájaros…

y leche y miel

verterá el seno

de una Mujer.

Ea, ea, ea.

Belén, Belén.

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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Bene Gómez pinta a Jesús en el Portal de Belén 2013


Para pintar a Jesús

en el Portal de Belén,

Bene Gómez –ten con ten-
llevó a cuestas una cruz.

-Toma, Niño, pues sabrás

que pronto en Jerusalén

te habrán de crucificar.

Esto dijo y se quedó

con los pinceles a mano,

y Dios, que era sobrehumano,

así le correspondió:

-Tú pinta, pinta, señora,

que aún no ha llegado la hora

de la crucificación.

¿Qué pintó Bene allí mismo,

rendida ante el Redentor

con sin igual paroxismo

de inspiración y de amor?

Pues a Dios en cueros vivos

para sus fieles cautivos.

¿Y habrá retrato mejor?

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martes, 17 de diciembre de 2013

Al buen aguinaldo


La periodista

Raquel Argüello

pide aguinaldo

a voz en cuello

para el “Museo

Esteban Vicente”,

que aunque está abierto

se halla yacente,

aquí, en Segovia,

donde el peatón

es generoso

de corazón.

Por favor, hijos,

padres y madres,

id y llevádselo

para que cuadre

sus pobres cuentas

en Navidad

o se irá pairo

y en soledad.


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lunes, 16 de diciembre de 2013

El cronista Ricardo Guerra echa una mano a José la Nochebuena en la Dios se hace bebé


Mi Ricardo, a flor de alma, fue a Belén muy de mañana desde Arévalo,

y qué gracia, que encontró toda nevada la cuevita que buscaba, donde

Dios –mama que mama- como un Niño tiritaba en los brazos de María

Inmaculada.

Ven aquí, dijo José; echa una mano en el taller, que una Cruz tengo que

hacer de este cedro montañés, la que espera al Enmanuel -¡oh, Jerúuu…,

Jerusalén!- cuando suba a padecer por los hombres de Israel. Sierra,

sierra, arevalés.

Y Ricardo echó una mano, y hasta más hubiera echado, dos o tres, si la

Virgen no dijera, arrulladera, párate, que bien sé lo que tú admiras al

Bebé; tómalo, tuyo es.

El buen Guerra lo tomó, se arrodilló, besó sus pies.

-¿Y la Crónica?

-Ya la conté.

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viernes, 13 de diciembre de 2013

Brindis por el LXII cumpleaños del Hogar de Madrid en Barcelona



El sexagésimo dos
de su año de fundación,
celebra con emoción
el Centro Hogar Madrileño
en catalana nación…,
y aquí va todo mi empeño
porque no rompan su unión.

Por el viejo matrimonio
de Madrid con Barcelona,
mi pluma postura toma
y lo ensalza con encomio.
No hay más rico patrimonio
ni herencia que mejor “sona”
que su mutuo testimonio.

Brindo por la Rambla en flor,
brindo por la Boquería,
brindo por la Romería
de Isidro el agricultor
y de su esposa María
de la Cabeza. ¡Oh, qué honor
que engrandece su valor!

Siete emprendedores fueron
los que en una tasca hicieron
surgir este dulce Hogar.
A ellos hoy yo quiero honrar,
porque los que los siguieron
hasta aquí lo mantuvieron
firme y claro con un par.

Del chotis a la sardana,
del foro al fuerte Montjuic,
cada cual que haga su gana
en Barcelona o Madrid.
En ambas, la España ufana
tejió su historia galana
con idéntica matriz.

Así que lo que fue unido
no lo separe ni Dios.
Brindemos en paz los dos
en un solo nudo, uncidos
por la fuerza del amor.
Jamás seremos vencidos
yendo de la mano en pos.

Ahora levanto la copa
del cava barcelonés
y le beso en haz y envés
aun tentándome la ropa
de origen madrileñés.
¡Adelante y viento en popa,
la verdad es la que es!

¡Oh, Virgen montserratina,
¡oh, Virgen de la Paloma!,
Esto no es ninguna broma,
ni terrena ni divina;
es la más fuerte maroma
de la España peregrina
que se asentó en Barcelona.

¡Por Barcelona y Madrid!
¡Por nosotros todos juntos!
¡Por el tapiz que, en conjunto,
 nos hizo uno de raíz…!
¡Bebamos, que pongo punto:
sigamos ambos asumptos,
no hay línea separatriz!

(Dicho en la Ciudad Condal
y en Navidad dos mil trece,
cuando el mundo se estremece
por ser otro y desigual…
Mas si la unión des-parece,
ni uno ni otra se merece
trato de favor leal).


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jueves, 12 de diciembre de 2013

Madre y Virgen como un cristal



I

-Corre a Belén, dice un ángel,

entre sueños, a José.

Tu esposa ha de dar a luz

antes del amanecer.

La Madre será la Rosa

y el Niño será el Clavel.

(El Hijo que de ella viene

no tiene que ver con él)

Bajo la nieve camina

sobre un asnillo de miel

la Virgen; el Varón santo

la sigue, detrás, a pie.

Profecías de Isaías,

Malaquías y Daniel

han contado ya esta Noche

deslumbradora, y a fe

que José lo sabe todo

de los vates de Israel,

pues en sombras se repite:

-¡Señor, yo no la toqué!

En una Cueva han cantado

mil ángeles, y es de ver

cómo dan calor a Dios

una mulita y un buey.

II

Por los montes de Judea

van cantando los pastores.

A tientas buscan a Cristo,

entre fríos heladores.

-Cierra la puerta, José,

que estoy que muero de amores,

dice la Virgen María,

la Virgen de los Dolores.

El Niño, al que cubre ahora,

es Dios de los pecadores

y tomando el pecho gime:

-No llores, Madre, no llores.

De lejos vienen los Reyes;

de lejos, altos Señores

se van a postrar de hinojos

ante el Rey que es Rey de Herodes.

III

¿Por qué siguen las estrellas

brillando a pesar del día?

La Estrella de David era

el que en la cuna yacía.

José desclava un madero;

con otro una cruz perfila;

tiene los labios abiertos

la Virgen Santa María:

-¡Ay Dios, qué triste es nacer

en una Cueva…! La lima

de José pasa que pasa

sobre la madera fría.

Ángeles, pastores, reyes…

dejan la estancia vacía.

El corazón de la Virgen

tiene una espina…, una espina…

a.sotopa@hotmail.com

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miércoles, 11 de diciembre de 2013

Rubalcaba se estrella en el Belén



Rubalcaba,

que no acaba

de encontrarse

con su grey,

fue despacio

al palacio

de oro en paja

del Gran Rey.

-“Necesito,

Dios chiquito,

que me hagas

un favor,

y es que el PSOE

sea el oboe

que más suene

y más mejor.

Ríe el Niño

con cariño,

ríe el prócer,

río yo.

Y hasta ahora

-tora, tora-
no hay respuesta,

va que no.

(Navidad 2013)

a.sotopa@hotmail.com

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martes, 10 de diciembre de 2013

Rajoy se fuma un puro delante del Niño Dios



Pleno de satisfacción

por sus éxitos políticos,

Mariano Rajoy y Grey

fumaba un puro mefítico

en la Cueva de Belén

donde nacía el Dios Niño.

-“Por favor, mi Presidente,

apague el puro ahora mismo,

que sobran humos aquí

y en el Alcorcón casino

que pretende el usa Sheldon

levantar con su permiso”.

Rajoy dejó de fumar,

aplaudió su gesto el Niño,

y en los campos de Belén

volaron los pajaritos

mientras cantaban los ángeles

con los peces en el río.

¡Navidad, oh, Navidad,

tú siempre haciendo prodigios!

(Felicitación 2013)


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martes, 3 de diciembre de 2013

Las Fábulas de El Asno de Oro: La paciencia del burro

Un asno estaba paciendo

y el dueño le arreó un palo:

“Malo, malo, malo, malo

¿y yo sufriendo?”

Cuando el dueño se calmó,

el burro, todo contento,

quiso que el bestia violento

a sus lomos se subiera.

¿Y sabéis por qué lo hiciera?

Por ser menos bestia que él.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Los gloriosos viajeros por Segovia


XXV Aniversario

de este Glorioso Mester

de viajeros por la vida.

¿Qué cosa mejor hacer

que cenar por celebrarlo

como se ha de menester

en el Husa de la Atocha

que nos lleva en doble riel?

Aquí Pedro Luis Nebreda,

doremifasolsirré,

del himno que nos proclama

los primeros en la red,

con cuatro cantantes vivos

de la cabeza a los pies,

por senderos y cañadas

por los que siempre volver,

después de apuñar estrellas

con indomeñable fe.

Aquí todos los Gloriosos

juntados a tutiplén

en el salón espacioso

del más caminante hotel.

Aquí las mujeres y hombres,

cuyo supremo placer

es pisar fuerte la tierra

y sus excelencias ver:

monumentos y paisajes

del derecho y el revés.

Bienvenidos a la cena

de Jesús, el timonel,

con la su Paula florida

en la Navidad de miel.

Adelante, compañeros.

Nada nos va a detener.

a.sotopa@hotmail.com

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jueves, 28 de noviembre de 2013

Figura con paisaje segoviano al fondo


Como los pintores –Rafael, Leonardo, Durero, Velázquez, Goya…- se autorretratan para la eternidad del arte, yo me voy a autoentrevistar, ante sus señorías, respetable público, para plasmar en letras uncidas lo mejor de mi cuerpo serrano y de mi espíritu.

-Comience, pues, andante caballero, me dice mi doble.  Estoy encantado de escucharle.

-Pregunte, pregunte usted, le respondo, y así nos enzarzamos los dos en uno.

-Pregunto. A lo largo de los muchos años que llevo conviviendo con usted –setenta y uno, si no me falla la fecha del nacimiento un siete de octubre de 1.942- he podido percibir y observar dos personalidades en una. ¿Es así?

-Ciertamente. Y en unión hipostática.

-Ambas formas de ser y parecer no se oponen sino que se complementan, ¿verdad?

-Verdad. Siga.

-Por un lado se muestra muy íntimo, muy silencioso, y por otro, demasiado conversador. Esto me choca.

-No tiene por qué chocarle. “Demasiado” no, bórrelo, por favor. La demasía es excesiva por definición, y no la admito en nadie, ni en mí siquiera. Amo la virtud que está en el justo medio, al igual que la “áurea mediócritas” de Horacio.

 Ha dicho usted, y ha dicho bien, silencioso y conversador, no ensimismado ni hablador o dicharachero, adjetivaciones  que no se me corresponderían. La conversación, amigo, es para mí un placer de dioses, como lo fue para Platón, pero, a la vez, sepa que me reservo más de lo que expreso, porque este hombre que habla solo, espera a hablar a Dios un día, tal cual solía hacerlo al atardecer –esa hora en la que nos examinarán de la asignatura pendiente del amor-  el caminante catedrático de francés, don Antonio Machado, por los Campos de la Soria pura o la Alameda del Parral verde-segoviana, donde se funden el Eresma y el Clamores, corrientes espirituales para San Juan de la Cruz y Teresa de Ahumada.

-Entendido. Vale. ¿Qué busca viajando? ¿Quizá el tiempo perdido, que ya elaboró Marcel Proust magistralmente? ¿Qué intenta captar y asumir?

-Me busco a mí mismo en tanto que a los demás, los prójimos. Entro en  mi casa interior más que en los palacios exteriores. Remiro la catedral arbórea de mi alma, tanto o más que las góticas y románicas estructuras de la piedra levantada en flor, o ejército de chopos que escolta y sombrea a un manantial corriente. Y todo eso, mientras voy andando o cocheando.

Recuerde usted a Rabindranath Tagore, el indio-inglés Nobel, como yo lo recuerdo. Lo escribió claro: “Me fui muy lejos para escuchar tu voz y no sabía que te tenía en la niña de mis ojos”. Yo siempre voy tras una voz, como el que atendió “la llamada de la selva”. Selva es la naturaleza transitable para mí. Pero también vuelvo. ¿No ha leído, señor mío, la leyenda de aquel granbretaño que, después de atravesar de parte a parte el mundo mundial, recaló en su país y exclamó: ¡qué bella tierra, ninguna como esta, es la más maravillosa que haya visto jamás? Pues así me sucede. Y me siento con dos huevos. 

-Quiere decir que entonces se serena, se recoge y se pone a redactar.

-Exactamente.

-Y goza doblemente del viaje.

-Exactamente. Cargado de cicatrices en el cuerpo y de experiencias en la mente, me siento rebosante como un pozo y por el brocal de la pluma o la pantalla virgen del ordenador, vierto las aguas de los conocimientos adquiridos y los sentimientos y emociones compartidos. Ya sabe: uno es uno y sus circunstancias, por orteguiano y por unamuniano.

-Por tanto, le gusta volver.

-Tanto como salir, regresar; sí, señor. Es la mezcla completa. Y contar el viaje, la excursión, el desparrame, la charla con la gente, el convivio del mesón... Si no lo cuento es como si no lo hubiera vivido, no sólo por mí y para mí sino para los otros, por los que intento accionar los cinco o seis sentidos comunes de la trashumancia: veo, huelo, aspiro, toco, pruebo y gusto.

-¿Se detiene mucho?

-Poco, pero lo suficiente. Sorbo el paisaje y el paisanaje, y a otra cosa, que mariposa volandera me considero. O pájaro. Pico aquí, pico allá. Soy incapaz de remedar a Ulises en sus largas singladuras y estancias, primero porque el mar me marea, segundo porque las Nausicas ocasionales que me encuentro en el camino no me bastan, por muy sirenas que se muestren, y tercero, porque no logro desasirme de la Penélope que siempre me espera en el hogar, ni ella me lo toleraría.

-¿A qué clase de narradores de viajes se parece el maestro y poeta?

-A todos y a ninguno. Joseph de Maistre no necesitó salir de su habitación. Salgari se “inventó”  “Tarzán” o “Los tigres de Mampracén” sin haber pisado la India, y menos la jungla; “Las veintemil leguas de viaje submarino” o “El viaje al centro de la tierra” o “De la tierra a la luna”…las imaginó Julio Verne releyendo a escritores anteriores, sin haber caído tan bajo ni subido tan alto. Y como ellos, Walter Scott, entre las brumas de Escocia; Conrad, Stevenson…o nuestros Reverte y Vázquez Montalbán. Unos se embarcaron en globos, barcos, trenes…Otros se quedaron en casita. Yo he compartido las dos cosas. Soy tan sedentario como paseante, según el humor y otras circunstancias y necesidades. La literatura es la verdad de las mentiras, lo ha explicado exhaustivamente Mario Vargas Llosa en un español llano.

-Su último libro “A lo largo del río Riaza” es auténticamente plástico, un verdadero cuadro campestre, al estilo del “desayuno en la yerba”, y se lee con soltura y placer.

-Muchas gracias, amigo, por los piropos. Dios le conserve el buen gusto. Mi propósito fundamental, cuando me enfrento al papel en blanco, es la transparencia. Y hago el mayor esfuerzo por desentrañarme para que el lector haga el mínimo esfuerzo en comprenderme. Así “el texto acaricia su intelecto”, en feliz expresión de mi amada poeta Feli Reimóndez. De manera que suelo incluir al lector en el texto, y así se ve él reflejado como en un cristal, en prosa y en verso, que se me dan por igual.

 Amo a los pintores descriptivos, que me han transmitido sus dotes de observación. En realidad, me imagino que soy un pintor con palabras. Y en vez de con trípode, me siento en una plaza o en una ribera con unas cuartillas y las delineo frase a frase. O con una casette, y me grabo silabeando casi. Las palabras tienen también peso y medida, y colores arcoiris como la paleta, y textura, imágenes, escorzos y difuminados leonardescos.

-¿Prefiere la descripción de la naturaleza, la monumentalidad, el caserío pobre, las ciudades y los pueblos, o el diseño de los personajes?

-Prefiero el conjunto variado que usted me cita. Y voy de uno a otros. Necesito cambiar. Yo, como un don Juan de la escritura, me entrego momentáneamente, por deleite pasional, a lo que tengo delante.

Yo subo a los palacios y bajo a las posadas, estoy en lo alto y en lo bajo y en lo llano…para dejar, al contrario que el Tenorio, memoria grata de mí y memoria complaciente en el lector.

-Usted es que es un afanador, Apuleyo; lo quiere todo.

-Lo quiero todo, sí, señor, para complementarme, como Teresita de Lissieux, cuya biografía me embebí en el internado frailuno.

-Así, cualquiera.

-Cualquiera, no, sino aquel que se ha preparado duramente y sigue aprendiendo día a día; vana es la tenacidad sin la perseverancia, se eduque y reciba enseñanza en colegio público, privado o concertado; del Corazón de Jesús, de las concepcionistas o las jesuitinas; de la Residencia de Estudiantes como Lorca, Juan Ramón, Dalí o Buñuel, de la Institución Libre de Giner de los Ríos o de la Universidad Popular de San Quirce, que fundara Machado. Por todo hay que pasar, haciendo “camino de perfección” al andar. Igual que la otra Teresa, la nuestra, la andariega, la Carmela calzada o descalzada, reformándonos a nosotros mismos, antes que a nuestros semejantes. Sólo podemos irradiar luz, si estamos llenos de luz. Soy un hombre, que como Diógenes, voy buscando a los hombres con mi antorcha o linterna, aunque sea pequeñita, para poder cantar con Diges en la eurovisión de lo real transformado en literatura.

-Regresando al cauce de la conversación que mantenemos sus dos personalidades, ¿no estará Segovia, la tierra de Segovia, entre sus prioridades?

-Pues claro que sí, compañero. Demostrado lo he con obras como “Por el Duratón al Duero, un viaje sentimental”, con “A lo largo del río Riaza”, acciones, pasiones y reflexiones de este viajero solitario”, hoy aquí manifiestas y a la venta, y con el relato que llevo entre manos y entre pies por “El Cega ciego”, una trilogía del agua de mi patria chica, tan húmeda y fértil como el vientre de una mujer. Y con mis numerosos romances y artículos adelantados. ¿Le parece poco?

-Nada más lejos de mi ánimo. Sé que usted se merece ser nombrado Hijo Predilecto, al menos de su pueblo natal Cozuelos de Fuentidueña, y académico de San Quirce, y Cronista Oficial de la provincia, y redactor perpetuo de El Adelantado, y hombre bueno y leal de Zamarramala…

-No se pase en los encomios, muchacho, que la vanidad me trae al pairo. Moderación, aconsejaba Cervantes, y devoto suyo me confieso. Algunas distinciones las poseo ya y a mucha honra, como la Medalla de Oro “Góngora” de la Real Academia de Nobles Artes y Bellas Letras de Córdoba o como Primer Premio del Centro Segoviano de Madrid por la novela del LXXV aniversario, “El coche de línea”, y Premio Domingo de Soto, otorgado por esa misma y amable Institución y entregado en este salón de plenos de la Diputación en 2007, sin olvidar el Premio Nacional de Difusión Cultural, concedido por el ministerio de Cultura en 1.983, o una Beca de Creación Teatral de la Comunidad de Madrid, por cuya donación pude escribir la Comedia Musical de “Los amores del arcipreste”, representada con notable éxito en el Juan Bravo. Otras honras vivas no tardarán en llegar (la Santísima Trinidad del Poder Autonómico, Provincial y Local mediante) aunque no está el horno para bollos por la crisis, ni los reconocimientos  se otorgan  a la orden del día, pues suelen ser póstumos o postrimeros en este país viejo e insensible, y aún no albergo ganas de morirme para que me depositen flores.

-Decía usted, caro Apuleyo, que Segovia es encantadora, ¿pero no es también desconocida y desagradecida?

-Párese usted, otra vez, alma de cántaro. Me la conozco como la palma de la mano y trecho a trecho, en sus noblezas y en sus mezquindades, véase Ysabel en televisión, y no voy a nombrar ninguna de las últimas, que bastante ya tiene la pobre con soportarlas.

¿Encantadora? Totalmente, de arriba abajo, de norte a sur, de este a oeste, con montañas, valles, llanuras, mesetas y parameras paniegas, hortícolas, frutales, y cochinas, vacunas y corderas.

¿Desconocida? También. Más que nada, y es pena, por sus propios habitantes. Lo resumo en una historia. Yendo por Duruelo, Cuéllar, Ayllón, Pedraza, Sepúlveda…me encontraba con extranjeros que me asaltaban y decían: ¿Y cómo esta maravilla de mudéjar y románico pueblerino no lo visitan más? ¿Por qué no se entusiasman con sus arcos, sus dovelas, sus trampantojos, sus parteluces, sus rejerías, sus balconadas, sus tejados únicos bivalvos, su gastronomía al dente, sus vinos de Valtiendas…?  Y no sabía qué responderles. Llegaban –y siguen llegando- de USA, China, Japón, Francia, Inglaterra, Italia…y quedaban –se quedan- pasmados. Como yo mismo.

Pero mire usted, caballero (y me refiero a la mitad de mi alma). Somos la dama de las catedrales, el acueducto de la historia, el Parral de la cristianía y la zarzuela, la cumbre del Guadarrama ahora nevada y goteante de manantiales, la altivez soberbia del Alcázar, los palacios de La Granja, Riofrío y Valsaín, porque los bosques son un palacio natural también llenos de gnomos… ¿Y qué? He ahí la cuestión.

Con todo y con ello, en la sobreabundancia de dones, soy partidario de los pequeños ríos que la surcan. Estoy con Fernando Pessoa: “Será muy grande el Tajo, que se abre en estuario-mar por Lisboa, pero aunque es grande es más grande el río de mi pueblo, porque es el río mi pueblo”. Pues no hay más que hablar.

-Léanos, para terminar, unos párrafos de “A lo largo del río Riaza”, libro prosimetral por el que estamos con usted esta fina noche de noviembre.

-Ahora mismo. Con la concentración y complicidad que el evento merece. Voy a meterme en sus páginas brevemente, y, luego, que los fieles oyentes opinen lo que les plazca, si no se han dormido y aburrido con nuestra charla.

-Sea así, Maestro.

-Gracias, corazón, por haberme dado la oportunidad de explicarme.



(Leo el trozo del canto de los pajarillos al salir de las Hoces del Riaza, Paso VI, páginas 78, 79, 80… y algún poemilla, como EL AGUA QUE NO CESA (pág. 84) o el soneto al marrano, página 91) 



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martes, 26 de noviembre de 2013

Los viajes de Apuleyo, por Fernando Jiménez Berrocal






El cronista oficial de Cáceres, Fernando Jiménez Berrocal, ha escrito el siguiente texto sobre el último libro de viajes de Apuleyo Soto, ‘A lo largo del río Riaza’, que se presentará este jueves, 28 de noviembre, a las 19:30h., en la Diputación Provincial de Segovia. 




“He de confesar que desconocía donde se encuentra el río Riaza, nunca estuve a su vera, aunque lo siento cercano después de leer el libro de Apuleyo Soto. Un libro de viajes, como los de antaño. Un encuentro con la riqueza cultural y biológica que acompañan las tierras ribereñas de esta parte de la vieja Castilla.

Recorrer paisajes anónimos para el viajero, anotar en el cuaderno de campo lo que aparece ante nuestra vista y descubrir la riqueza cultural y humana que  escolta, en su recorrido al río Riaza, ha sido plasmado en un trabajo no exento de originalidad, donde se armonizan letrillas y coplas con personajes y sensaciones  de un transeúnte de la vida.

Apuleyo Soto  hace alardes, en su trabajo, de su versatilidad cultural. Es un experto del mundo castellano en el que se desenvuelve con la soltura que imprime el conocimiento y el trato con el paisaje humano de sus pueblos y campos. Nuestro autor convierte su personal viaje en un encuentro antropológico con formas de vida que se conservan intactas; la gastronomía y el paisanaje, de la mano, como lugar donde se funden el pasado y el presente.

Tradicionalmente, los ríos fueron marcas que distanciaron lenguas y culturas. Por su cauce fluía el agua y en sus tierras florecía  la vida. Pero sus cauces también fueron y son espacios para el aprendizaje del paso de la historia. De todo ello es consciente Apuleyo, que con su prosa directa y campechana, donde cita lo mismo a Garcilaso que a Cervantes o a Cicerón, nos introduce en horizontes recónditos, alejados de los circuitos oficiales del viajero, lugares donde habita la memoria secular de aquellos que se beneficiaron, en otro tiempo, de las posibilidades que el Riaza ofrecía a sus gentes.

Hace casi 30 años inicié el descenso de ríos extremeños, como una forma de instruir a mis alumnos sobre la importancia de estos como lugares donde se encuentra grabado el pasado de los pueblos. Leyendo el trabajo de Apuleyo me he vuelto a encontrar con otros paisajes, pero con los mismos propósitos. Difundir aquello que nos ilustra y nos identifica como grupo humano. Gracias Apuleyo, por regalarnos tu sabiduría”.


© Fernando  Jiménez Berrocal

viernes, 22 de noviembre de 2013

La sonrisa de la Gioconda, por Ana Galisteo Pérez

 'La sonrisa de la Gioconda' es un entremés que se representará la última semana de noviembre por distintos pueblos de la sierra madrileño-segoviana, como Soto del Real, Manzanares el Real, El Molar y Guadalix de la Sierra, en conmemoración del Día de la Violencia de Género. Apuleyo Soto, que acoge la pieza en su blog, valora que "es un texto vivo, cargado de amor y humor".

Auto laico en un acto en el que el Juez de Familia escucha a unas mujeres maltratadas, con el destino fatal de un marido maltratador al fondo.
                                                              Época actual.

JUEZ.-Buenas tardes, señoras, nos hemos reunido tal y como Uds. habían solicitado.
Hoy se celebra el Día de la Mujer Maltratada, o  Día contra la Violencia de Género, como  quieran llamarle.

NATI.- Perdón, Sr. Juez, aquí no se celebra nada, se reivindica y se recuerda a todas aquellas  mujeres que sufren malos tratos físicos o psíquicos, encontrando la muerte, o  quedando dañadas de por vida.

JUEZ.-Perdone, Sra., son Uds., las féminas, las que han llevado a los hombres a ciertas… salidas de tono, como esa de que siempre es el hombre el maltratador, y nunca el maltratado.

PILAR.-Un momento, un momento. ¿Acaso quiere Ud. decir que también hay mujeres que
maltratan?
JUEZ.- Pues sí, Sra., eso es lo que he querido decir, y lo mantengo.
PILAR.-Pues sí, Sr, faltaría más; ninguna especie es perfecta. Que yo sepa.
NATI.- Señoría,  dígame Ud., estadísticamente hablando, ¿cuántos hombres maltratados hay por cada mujer maltratada ó muerta? ¡Vamos, tire Ud. de estadísticas! ¿Acaso se le olvidaron en su despacho, o la secretaria no las puso en su maletín?

JUEZ.- Pues es cierto, sí, mi secretario no ha debido de darse cuenta.
PILAR.-Claro, su secretario no estimará las estadísticas creíbles, ¿verdad? Dirá  ja, ja, ja… Las estadísticas dicen que cada español se toma tres litros de cerveza por semana, que, bueno… ¿Pues dónde  está el que se bebe la mía? Porque yo no la pruebo, soy abstemia.

JUEZ.-Vamos, déjense de lisonjas y sigamos.

NATI.-No señor, no señor; con o sin papeles, aquí se hablará  de estadísticas.

PILAR.-Por supuesto que se  hablará. Dígame,  Sr. Juez,  estadísticamente, hábleme, dígame: ¿Cuántas madres abusan sexualmente de sus hijos varones? ¡Dígamelo, dígamelo!
JUEZ.- (Golpea con el martillo) Silencio, por favor, silencio.
NATI.- (Enfadada) Diga, Señoría, y,  permítame, yo tengo amigas con hijos varones  y los miro como si mirara  a mis  propios hijos. Pero no puedo decir lo mismo de los compañeros y amigos de mí esposo, “cuando miran a mis hijas”. No, yo no puedo decir lo mismo, Sr. Juez; si esto a Ud. le dice algo, ha de tomar nota. ¡Téngalo en cuenta!

JUEZ.- Está bien, está bien, las escucharé. Pero sepan Uds. que para mí no es agradable.

MUJER 1.-Perdón, Señoría, con permiso, Sr Juez. Sí, yo soy una mujer maltratada, psíquicamente, sí, más que en el cuerpo. Pero hay heridas tan sangrantes que no se pueden calibrar ni ante jueces ni testigos. Creo que no figuran en el Código penal, pero ante Dios, (si es que Dios existe, porque hasta la fe se tambalea en ciertos casos. ¡La fe en Dios, en los hombres y en la justicia…!).Sí; yo perdí la dignidad cuando él me iba describiendo los…los…
los pechos de su amante mientras que acariciaba los míos. Me decía y repetía: “Sí, tus pechos son hermosos, tu aureola sonrosada y tus pezones son pequeños,
como lentejuelas, pero los pechos de ella son pequeños  y prietos, su aureola es oscura casi
negra, y sus pezones gruesos, abultados… Cuando están en mi boca todo mi cuerpo
estalla en un éxtasis, que nunca había sentido. ¡Ese éxtasis me vuelve loco y no
puedo pensar en nada más”.
Yo, entonces, en ese instante, sólo comenté: ¿“No piensas en tus hijos? ¿Ni en tu familia? ¿Ni en la mía? ¿Ni en nuestros amigos?....Son muchos los que nos quieren. ¿Tampoco piensas en la estabilidad económica para mí y para los niños, e incluso en la tuya propia, que…que se verá afectada? ¡No sé cómo podremos salir adelante!”
El respondió: “No lo sé, pero de todo se sale”.
Me levanté de la cama y me cubrí como pude. Un vómito amargo llegaba a mi boca
a borbotones. Después en la ducha embarduné de jabón todo mi cuerpo para
arrancar de mí hasta el último aliento, intentando que desapareciera de mí su olor
por completo.
Pensé abrir la caja fuerte y utilizar el arma que él mismo guardaba en su interior, pero volví a pensar en mis hijos, en mí misma…y me quedé quieta, paralizada.
A día de hoy, me sigo preguntando si mi dignidad está en entredicho conmigo misma.
Cuando él me pidió que fuésemos a la cama, pensé que en el lecho podría solucionar
todos los problemas económicos y afectivos de los niños. Sentimentalmente, los míos ya estaban destrozados.
 
PILAR.- ¿Te puedo preguntar una cosa?
MUJER 1.-Sí, por supuesto.
PILAR.- ¿Tú sabías, cuando accediste a su petición, que ya sin amor te prostituías ante él?

JUEZ.- ¡¿Pero qué está diciendo! Un hombre que sigue siendo el esposo de una mujer tiene
derecho. Es más, incluso después de separados. Si paga la  pensión compensatoria tiene sus derechos.

PILAR.- Señoría, acaba Ud. de confirmar algo escandaloso ¿Es Ud. creyente?

JUEZ.-No tengo por qué contestar a esa pregunta. No es de su incumbencia.

PILAR.- ¿Y son de su incumbencia la moral, la ética, la estética y las creencias de esta mujer?

JUEZ.-Está bien, está bien; solicito el cambio de esta historia por la siguiente.

MUJER 2 .- Con permiso, con permiso, Señoría. Les  voy a contar a Ud. y al público mi historia. Soy una mujer, hija única, y dos varones que me acompañan. Según ellos, yo era el ojito derecho de mis progenitores. No era especialmente guapa pero sí estaba preparada para el hogar. Tomé clases de costura, de bordados… entre otros. Contaba ya 22 años cuando conocí a Oscar. Oscar era un chico guapo y simpático. No hablaba nunca de sus ocupaciones. Que si era comercial,  buscavidas, etc. etc. Me enamoré como una tonta. Sentí tocar el cielo con la punta de los dedos, mientras que mis pies se elevaban a centímetros del suelo. Una felicidad sin fronteras. ¡Ay juventud, maldito tesoro!
La boda se celebró por todo lo alto, empezando por el anillo de pedida, que fue la envidia de todas mis amigas. ¡Un brillante!!!

PILAR.-O sea, era guapo, simpático, y además brillante, vaya chollo.

MUJER 2.-Brillante que tuve que vender para pagar la estancia  en el hospital cuando nació mi hija. El parto se adelantó unos días y a Oscar le cogió en Sudamérica. Sus jefes le habían encomendado una misión muy importante, tan importante que no pudo volver a España hasta pasados bastantes años.
Fui desahuciada y tuve que volver a casa de mis padres a trabajar con ellos en el campo.
Yo había pedido la separación judicial pensando que aún seguía él allá, pero me hicieron saber que dicha persona ya estaba en España terminando de cumplir su pena en las cárceles de nuestro estado.
Nunca fui informada de tal cosa, ni por el gobierno español, ni por su familia.
Cuando conseguí la separación, pensaba que todo mi calvario había terminado, porque volvía a ser libre, pero los familiares de mi gran amor… empezaron a hacerme la vida imposible, y eso que yo trabajaba hasta la extenuación, por un techo y un plato de comida.
Mi libertad fue solo un bombón envenenado.
Mi ex recordó que tenía una hija, y solicitó un vis a vis con ella y conmigo, al ser la niña menor de edad.
Según las leyes estaba en su derecho. Yo me negué a dicho derecho.
Al cabo de dos años, él quedó libre y sigue reclamando las visitas de su hija.
Y, según creo, la ley le apoya.

JUEZ. ¡Faltaría más, Sra.! Ustedes, las madres, piensan que los hijos son solamente de la madre, y sin nuestra intervención, Sra, no hay hijos que valgan.

MUJER 3.- Oiga, Señoría…creo que Ud. ignora que una mujer, si lo quiere, puede ser madre sin la intervención del hombre. Cosa que nos evitaría inconvenientes legales, personales y dolorosos para nosotras y nuestros hijos. ¡Hoy por hoy no son Uds… imprescindibles!

MUJER 2.- Señoría ¿Quiere Ud. decirme quién apoya a mi hija?

JUEZ.-La apoya la Ley del Menor.

MUJER 2.- Sepa Ud., Señoría, que su padre es para ella un total desconocido. Sí, porque yo le hablé de él contándole mil mentiras para no hacerla daño. Le dije que estaba trabajando fuera y vivía bien, y etc, etc., pero ella me contestó entonces : ¿Y por qué no trabaja aquí, como los papás de mis compañeras del cole? Es lo que nos ha tocado a nosotras, le repliqué. Ahora él reclama llevársela los días que estime el Juez.
Se lo comuniqué a mi hija y esta fue su respuesta: “¡Qué bien, estaremos todos juntos, papá, tú y yo!”
“No, hija, no, le aseguré; tú  tendrás que irte sola con tu padre y su familia, y mamá se quedará en casa”.
“Pues si tú no vienes, yo tampoco voy”, me respondió la pobre. Y siguiendo hablando: “Si apenas le conozco, y a su familia todavía menos.¿Por qué no han venido ellos a vernos? ¿Es que no sabían dónde estábamos?”
Dígame, Señoría ¿Qué puedo hacer yo? No he contestado a ningún requerimiento. Pero hace una semana recibí  otra citación, que decía que si no me presentaba con la niña en el juzgado, se me acusaría de secuestro y vendrían a por la niña para entregársela a su padre. ¿Le parece a usted eso bien?

JUEZ.-Señora, las leyes son las leyes y hay que cumplirlas.

MUJER 2.- Por eso mismo de que las leyes hay que cumplirlas, mañana mismo mi hija se irá con sus abuelos, mis padres, saldrán hacia  la casa del pueblo y me declararé autora del secuestro de mi propia hija.
¿Qué le parece a Ud., Señoría?

JUEZ.- Sigo diciéndole que ese señor, sea como sea, es su padre ( Da con el martillo en la mesa)

MUJER 3.-Con permiso, Sr Juez. Voy a contar la historia de una persona que no quiere revelar su identidad…Podríamos llamarla “la niña de la minifalda”. Entró en la oficina una mañana con su melena al viento, sus uñas largas y nacaradas y toda maquillada. Con ropa corta de marca, pisando firme, con sonrisa fácil…
-Hola, dijo. Soy la nueva. Me llamo Mª José.
Las que allí estábamos le dimos la bienvenida. Nos cayó muy bien y se hizo querer.
En la multicopista que había al lado del pasillo, se encontraba Manolo.
La miró y quedó prendado de ella. Manolo era un mozo rubio, gracioso, algo soez y de una familia que nada tenía que ver con la suya.
Entre guiños y chirigotas, la niña de la minifalda quedó rendida a sus pies. No sirvieron consejos, ni por parte de compañeros ni de familiares. El muy cuco del Manolo se enteró de que su flor preferida era la gardenia.
Cada viernes por la mañana aparecía con una flor en la mano y si ella no estaba en su puesto, la dejaba con cuidado en la mesa y se iba, no sin antes hacernos a las compañeras ademanes de triunfo con gestos obscenos y palabras gruesas.
Ella estaba encantada con su Manolo y cayó en la trampa. ¡Era tan joven!....

JUEZ.-Joven, o no joven, las mujeres cuando inician una relación, quieren el matrimonio lo antes posible. Nunca las entenderé, bien lo sabe Dios que nunca las entenderé.

NATI.- Cuando una mujer ama, ama de verdad y lo hace para toda la vida.

MUJER 3.-Tanto es así que un día de otoño le dio él sí. En una catedral de la ciudad se celebró la boda que daría lugar a tanto dolor.
La iglesia adornada con guirnaldas de gardenias blancas, como el ramo que lucía en sus manos temblorosas y perfectamente arregladas.
Pero los problemas no tardaron en llegar.
El no aceptaba cómo siendo tan macho, su mujer no se había quedado embarazada en el primer mes de casados.
Ella lloraba amargamente, meses y meses, escuchando lindezas como “no sirves para nada” y “te preñas, o te mando con tu madre”, aguantando día tras día…, hasta que
llegó el milagro del parto.
“¡Ah, pero … fue  niña!”, comentó el padre. Y añadió: “Espero que el próximo sea niño.
No vaya a ser que te pase como a tu madre, que después de parir tres veces, fueron tres chichis los que dio a tu padre. ¡Pobre hombre, con tres titis para él solo!”
Fue ya, en el cuarto año de casados, cuando la mujer de Manolo tuvo un varón, después de haber dado a luz dos niñas seguidas.
Al fin, Manolo estaba pletórico, y comentaba su felicidad con los jefes de la empresa en la que trabajaba.  Ellos le reían las gracias y admitían su vocabulario machista y ordinario a cambio de unas copas, porque después de esas copas acudían a jugarse hasta las cejas en los bingos recién legalizados, por la zona de Cuzco y el Bernabéu.
Mª José, la chica de la minifalda, nos intentaba convencer a todas de que Manolo no era capaz de dejar de pagar la hipoteca, ya que ella sufragaba todos los gastos restantes de la casa.
Pero un mal día… ¡la niña de la minifalda recibió una orden de desahucio sobre la finca que ocupaba y que era su domicilio! Se lo dijo a Manolo, y confió en que la iba a ayudar, pues le demostró buena voluntad. Promesas, promesas, promesas. La ayuda no le llegó, lo que sí  la llegó fue una segunda y una tercera amonestación, que se fueron resolviendo con un préstamo de la empresa. De manera que, con eso y quitando un poco de aquí y otro poco de allá, consiguió recuperar la vivienda y quedarse con ella. Entonces invitó a Manolo a dejar el domicilio conyugal, y el macho ibérico no tuvo más remedio que marcharse. Adecuó el cochazo que tenía como su “nuevo hogar”, no le quedaba otro sitio en el que refugiarse. De ese cochazo había presumido siempre ante su familia y ante los amigotes del barrio, desde que dio el gran braguetazo.
Ella, por su parte, le había dado las llaves de la vivienda, facilitándole así el derecho que tenía para visitar a sus hijos.
Un domingo, como otros tantos, María José, después de besar y acariciar a los niños, les puso unos bocadillos para que se los llevaran a su padre, de manera que no tuviera que mendigar o pasar hambre.

JUEZ.- (Golpea, la mujer se asusta) Pregunto: ¿Cree usted que esta mujer, la “niña de la minifalda”, sufría de dependencia hacia el varón? Porque no comprendo que una mujer, maltratada por su esposo,  le envíe encima comida, viviendo separada.

MUJER 3.- No, Señoría, no la tenía, pero ahí está la diferencia entre hombres y mujeres.
Un hombre normal, sin llegar a ser un asesino, si su esposa lo abandona, no acaba de asumir nunca el abandono.

JUEZ.-¿Quiere Ud. decir que las mujeres sí que lo asumen y están más preparadas que nosotros para el fracaso?

MUJER 3.- Efectivamente, Señoría. Cuando una mujer es abandonada por su marido, piensa en sus hijos antes que en ella misma. Lo primero son sus hijos.
Se acerca todavía más a ellos, y lo normal es que, en vez de hundirse, empiece a hacer de madre y de padre, y esa piña la mantiene y le da vida .Ellos sienten también el abandono y empiezan a apoyarla sobremanera, salvo en casos muy señalados. Es algo a estudiar e investigar por la ciencia, pues no está demostrado que los hijos tengan más herencia congénita de la madre que del padre.

NATI.-La ciencia, amiga mía, puede decir lo que quiera, pero el placer  que un hijo siente nueve meses dentro de su madre, eso lo recordará, y eso lo pone la madre, y no el padre.

JUEZ.-Se me están yendo Uds. por las ramas; reconozco que empecé esta reunión con cierta desgana, pero debo comunicarles que me siento mucho más cómodo de lo que creía suponer. Prosiga, prosiga.

MUJER 3.-Con permiso,  Señoría. Cuando Manolo vio a los niños más arreglados que de costumbre, preguntó: ¿Adonde vais tan guapos? –“A casa de los tíos, a pasar el fin de semana en la piscina de Tía Conchi”, respondieron con naturalidad.
En ese instante, a Manolo, herido en lo más profundo de su orgullo, se le subió la sangre a la cabeza y se le ocurrió que había llegado el momento de hacer cuentas con su esposa.
Puso en marcha el coche, y aprovechando que ella estaba sola, decidió ir a la casa y entrar en ella con deseos de venganza. Subió las escaleras y con un gesto de rabia y seguridad abrió la puerta.
Mª José desde el baño preguntó, pensando que volvían los niños:
-¿Se os ha olvidado algo? Nadie respondió. El dio un empujón a la puerta del baño y se presentó ante ella, que salía de la ducha; la cogió por el cuello y dijo: “si gritas, te estrangulo”. La tumbó en la cama matrimonial, y abusó de ella una y otra vez, día y noche.
Luego registró toda la casa, llevándose las cuatro cosas de valor que quedaban y diciéndole:
“como cambies la cerradura, echaré la puerta abajo a hachazos, estén o no estén mis hijos”.
Desde ese día Mª José empezó a encontrarse francamente mal; los desgarros que le había producido su maltratador eran insufribles.
Acudió a consulta médica, y trataron de coser y curar su vagina. Al final le comunicaron que estaba embarazada y se le vino el mundo encima. Como siempre, fue su familia la que la sacó del atolladero.
Un mal día, sus hijos le comunicaron que a su padre, Manolo, le habían ingresado en el hospital en un estado lamentable. Poco después fallecía.
El hospital, en el informe sobre las causas, era taxativo: ”Muerte por Sida. Se recomienda a la esposa o pareja que se someta a un estudio clínico lo antes posible”.
Mª José guardo silencio ante sus hijos y acudió al centro que señalaba el membrete de la carta.
Un mes después de las pruebas, le comunicaron que poseía anticuerpos. Que pasara por el hospital para ser tratada, antes de que fuera demasiado tarde…
La niña de la minifalda tiene hoy una nueva pareja, a la que nada le preocupa ni le importa su vida anterior, y es feliz dentro de sus limitaciones, encantada con sus hijos y nietos.

JUEZ.-  (Interesado y conmovido. Señalando a otra señora que ha permanecido en silencio)) Y a Ud., señora, ¿qué le ha traído a esta reunión? He visto que ha escuchado, ha pensado, ha observado con ojos penetrantes, pero no ha despegado sus labios. ¡Vamos, defínase de una vez! No tengo todo el día para este caso, por muy señalada que sea la fecha.

MUJER 4.-Con permiso, Señoría. No voy a contar mi historia personal. Escuchando a mis compañeras me he sentido reconocida y representada en todas y cada una de las historias, que, por desgracia, no son la película de una tarde de domingo. Tampoco son la novela de moda que ha ganado un premio literario y que ha sacado de apuros a una escritora. ¡No! Es/son la realidad pura y dura de muchas…, de tantas, y tantas, y tantas mujeres maltratadas, desconsideradas, anuladas, sacrificadas…en el altar del amor.
El dolor que he experimentado solo puede sentirlo quien lo sintió una vez, como yo también,  y que, por años y años que  pasen, se vuelve a renovar. Siempre, siempre se renueva.
Este juicio, confesión, o lo que sea, me ha devuelto a lo que dejé escrito y publicado hace algún tiempo. Se lo leo, porque le va a interesar. Con permiso, Señoría: “No me quedan más besos de amor para ofrecer a alguien, mi placenta está fría como la escarcha, mis manos encallecidas solo sirven para la dureza del trabajo. Ya no hay nada en mí que pueda tener atractivo para nadie, la piel entumecida de mi cuerpo se ha secado. Solo queda en mí el recuerdo lastimero de la entrega que hice a cambio de nada, y cuando digo nada, es nada. Poco me importó si el sexo era más o menos placentero. Cuando una mujer se entrega, poco importan esas cosas. No me interesa el dinero, soy autosuficiente. Mi mente y mis manos están ávidas y son certeras, por y para sobrevivir al fuego y salir indemne de las cenizas. Estoy más curtida y más preparada que nunca, con una sonrisa tímida y amarga, ahora que he llegado a una edad. Mi sonrisa es como la sonrisa de la Gioconda.
Solamente un hombre supo captar esa sonrisa, y fue Leonardo Da Vinci, que tenía un alma de mujer. No ha habido nunca un pintor que haya sabido captar la sonrisa de una mujer maltratada, desilusionada, entregada a los hijos y al esposo e imputada sin causa… como él, como Leonardo. Gracias, Leonardo. Tú bien sabías que somos azucenas”... He ahí el enigma, señor Juez, que usted debía elucidar, dilucidar. Gracias por habernos dado esta ocasión. Por lo menos, nos ha escuchado

JUEZ.-  Gracias, señoras, a ustedes todas, que nos han manifestado en público sus íntimos problemas demasiado notorios. Concluyo este drama con mi veredicto: Algo falla en el traje que hemos confeccionado para nuestra convivencia en pareja, se nos ha hecho un roto y no tenemos o no encontramos la aguja con que zurcirlo; porque no es suficiente con reconocer el derecho a la igualdad, es preciso asegurar el ejercicio de esta igualdad.
Hay que educar en la tolerancia y el respeto y asegurar la protección y ejercicio de los derechos de todos y de cada uno/una, y en este sentido les puedo asegurar que después de lo que aquí he escuchado,  este juez dará cuantos pasos sean necesarios para sensibilizar a las instituciones y organismos responsables, hasta lograr que se incrementen las medidas de prevención y se perfeccionen las de seguridad y control de las mujeres afectadas por esta lacra social.
Para terminar y como prueba  de mi respeto y admiración por su valor, les hago entrega simbólica del más alto diploma de calidad humana, que hago extensivo en ustedes a todas las mujeres del mundo, en cuya representación estáis y habéis hablado. Tómese acta del acto.
(Da tres golpes o toques del mazo sobre la mesa)
Se levanta la sesión.



jueves, 21 de noviembre de 2013

Niños plantando pinos, encinas, romeros y jaras



Una pandilla de niños y muchachos, asistidos por sus padres y

la vicealcaldesa de Villanueva del Pardillo (Madrid), Mariángeles

Soto Bernard, se han pasado las mañanas del fin de semana

plantando árboles y arbustos en los términos del municipio:

pinos, encinas, jaras, romeros, etc, etc.

Hermoso ejemplo. Así se educa a la infancia en el respeto y

protección del medio ambiente, por el que respiramos y vivimos.

Aprendan esta lección otros pueblos y ciudades. Nos irá a todos

bastante mejor. ¿Crisis? ¡Qué crisis! A trabajar.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Receta del aguardiente de Galicia


Ponga el bagazo a exprimir,

presiónelo fuertemente

y obtendrá un rico aguardiente,

el mejor, sin presumir.

La receta es de Lendoiro,

el Cronista betanceiro

que sabe más que Cunqueiro

de queimadas y Obradoiros.

Páselo al gaznate al fin

y sienta como yo siento

cuánto ardor, cuánto contento,

le está dando el pimpimpim…

Destilado es fino, fino.

Una copa para uno

y otra más para el vecino.

Buen trago, dijo Unamuno.

a.sotopa@hotmail.com
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lunes, 18 de noviembre de 2013

"Arte Nuevo" del desamor y otras varias peripecias


“Arte Nuevo” lleva Navia
a la Cueva de Belén,
donde un Infante endiosado
ha acabado de nacer.
-Toma, Niño, va y le dice,
porque aprendas a leer,
a vivir la vida en serio
y a padecer, ¡oh Enmanuel!
Pues te crucificarán
como a mí, un suponer.
Querido Amigo, ya sabes,
después de la miel la hiel.

a.sotopa@hotmail.com
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viernes, 15 de noviembre de 2013

Viejo acunando niño



Un viejo acunaba a un niño
y el niño se fue durmiendo
por la fuerza del cariño
sobre su cuerpo yaciendo.
-Arrorró, cachito de oro,
le decía sollozando;
en mí tú estás suscitando
la cornamenta del toro,
un toro de vida a muerte
por cuatro suertes pasando,
cuatro suertes en que vierte
su sangre roja bufando.
Él con todo por delante,
yo paso a paso hacia atrás
al País Nunca Jamás
en que  no hay que levantarse.
Conclusión: dormido el niño,
el viejo también durmió.
¡Ay, la fuerza del cariño!
¿Quién es el viejo? Soy yo.

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a.sotopa@hotmail.com