viernes, 8 de junio de 2012

Desasosiegos de la edad madura

A veces parece que escribo para la posteridad, pues tardan en responderme y hacerme caso los escasos lectores de los que disfruto en papel o digital. Y sin embargo, estoy al día de lo que nos concierne a todos -pasaje,paisaje, paisanaje, economía, cultura, sociedad...-, alabándolo o criticándolo, sin más intereses y respuestas que los de la satisfacción propia personal.
 
Desnudarme palabra a palabra es para mí un orgasmo onanístico, me lean o no, que de ambas especies hay y conozco, sea por la diversidad humana y ambiental de hoy en día en el que cualquier llamada de atención se dispersa esterilmente, sea porque muchos se encuentran demasiado distraídos de lo fundamental, que es vivir en su tiempo y a su hora, los que nos van a trascender, cuando umbra mortis nos sepulten.
 
¡Cuán bello es escribir y dejar plasmado el pensamiento en piedra, tablilla o papel, como las momias que subyacen entre paredes subterráneas que alguien más tarde descubrirá al albur con sus tesoros superpuestos o adheridos, Y si no, tampoco le importa nada a uno, al infrascrito, porque lo pasen por alto o por bajo los infatigables etnógrafos investigadores, si no se me encaran de frente. La posteridad es una vaina vana. A mí que no me despierten, que se queden con lo que dije porque me salió del bolo, si quieren y sigue sirviéndoles, y adiós muy buenas, o muy malas, según acorden o desacorden conmigo los descubridores tardíos, tanto me darán como me quitarán de reposo eterno.
 
A muerto yacente, malvas y gusanos trepadores y afanosos en sobrevivir a sus expensas y exequias. Pósito, depósito y expósito, eso es todo, o sea, nada. Polvo, sudor, lágrimas, aires, suspiros, cenizas, nubes...¡Vivan los poetas! Vaporoso es nacer y morir, con tanto como hay que hacer, sin culminar la obra para la que descendimos a la tierra. Volveremos al cielo, nos han dicho. ¿Sí?
 
¿Que me encuentro triste? No, por los dioses del Olimpo con los que ansío yacer y permanecer. La literatura no desaparece sino que se renueva en cada generación. ¿Es esto literatura? ¡Ojalá! Amén. Porque la duda me perpetúa. ¿Y a vosotros, lectores míos, también? Entonces estáis en lo cierto, lo único cierto.


a.sotopa@hotmail.com

3 comentarios:

  1. Gran texto Apuleyo,
    Gracias, de todo corazón, por tu disfrute, que es a la postre, el nuestros, el de tus lectores, que no serán (seguro) tan escasos como anuncias.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Toda una declaración de intenciones.

    Seguro que no somos tan poco los que saboreamos estas palabras.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Mas que desasosiegos de una edad madura, tus palabras tienen la frescura de un adolescente,y tu filosofía de vida, renovada día a día,
    Un saludo Esca

    ResponderEliminar