miércoles, 23 de mayo de 2012

Los periodistas mueren en campos de plumas

"A batallas de amor, campos de plumas". Así reza y así de bien suena el endecasílabo gongorino de "Las Soledades" que me ha venido a las mientes nada más conocer la muerte "prematura" del periodista José Luis Gutiérrez, porque 69 años no son nada para un batallador de causas justas como él. Aún tenía mucho que decirnos y reprendernos.

Mientras lo recuerdo, hojeo el último número de la revista LEER, Premio Nacional al Fomento de la Lectura, en la que el valiente leonés que era "El Guti" ha dejado lo mejor de sí mismo, como director y articulista. Durante toda su vida se entregó a la lectura y a la escritura con una pasión y un ardor insobornables. A todo lo defectuoso que se le ponía por delante, lo alanceaba con su pluma viperina. Se atrevió contra reyes (Hassan/Mohamed) y contra presidentes (González), lo que le costó más de un disgusto. De disgustos yo creo que repentinamente hase muerto, porque le dolía España.

Este hombre curtido en mil empresas de prensa (ABC, Gentelman, Cambio y Diario 16, El Mundo...) siguió siempre el dictado de Quevedo en su Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos: "No he de callar, por más que con el dedo,/ya tocando la boca, o ya la frente,/ silencio avises, o amenaces miedo". ¿Qué ha pasado al final? Los colegas han corrido un tupido velo de respeto.

Glorioso oficio el del periodismo, adictivo hasta la extenuación. Me lo comentaba la ex presentadora de "Corazón, Corazón" en TVE, Cristina García Ramos, cuando asistíamos juntos a la entrega de los Premios "Cirilo Rodríguez" en el Parador Nacional de Segovia. "Aunque nos jubilen, nosotros seguimos trabajando, dando la vara". Eso me decía. Y fijaros: Éramos -somos- de la misma promoción que se forjó en la Escuela Superior de la Universidad de La Laguna (Tenerife), allá por los años 60, con Juan Cruz y Fernando Delgado, entre otros pocos y notables compañeros. Pues nos mantenemos en el tajo, porque creemos que el lector nos necesita y porque no sabemos hacer otra cosa que escribir para seguir viviendo "desviviéndonos". El periodista de raza está ocupado todo el día, incluídos los fines de semana. Nunca echa el cierre a la tienda de sus inquietudes, y menos ahora, con el invento de los digitales, renovados minuto a minuto en la aldea global.

Fátima, óyeme, lo vas a tener duro, pero es maravilloso. Y no te canses. Ya te he puesto el ejemplo: José Luis Gutiérrez. Que los ángeles, que también portan plumas, le sean propicios en el inmenso tabloide del cielo.

a.sotopa@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario